¿Qué es la microbiota intestinal?
Probablemente has escuchado hablar de ella, pero ¿Conoces realmente su importancia?
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos vivos que están presentes en el tubo digestivo, es indispensable para el equilibrio de nuestro organismo y la nutrición. Interviene en diversas funciones metabólicas y en el desarrollo y maduración del sistema inmunológico.
Cuando las bacterias de la microbiota se encuentran en equilibrio, se conoce como “eubiosis”, es decir en un buen estado de salud, pero actualmente es más común el caso contrario, “disbiosis” que se refiere a un desequilibrio bacteriano. Estas alteraciones en la microbiota pueden explicar algunas enfermedades de la humanidad, como el asma y la obesidad.
La disbiosis también se ha relacionado a una serie de trastornos gastrointestinales, como el hígado graso no alcohólico, enfermedad celíaca y el síndrome de intestino irritable.
Las personas que tienen una patología como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares normalmente presentan un desequilibrio bacteriano en su intestino.
Una microbiota intestinal sana y diversa está relacionada con una mejor función metabólica, prevención de colonización intestinal por microorganismos patógenos (dañinos), fortalecimiento del sistema inmune y prevención de enfermedades como asma, artritis e infecciones intestinales.
Con esto claro, podemos comprender a profundidad el porqué de su importancia actual y su relación con el ejercicio, comprendiendo también las diferencias entre el ejercicio y la actividad física.
Ejercicio y Actividad física, ¿Son lo mismo?
Normalmente cuando hablamos de llevar a cabo una actividad física, hacer ejercicio o deporte pensamos que son lo mismo, pero no es así.
Según menciona la OMS, la actividad física (AF) es cualquier movimiento corporal voluntario producido por los músculos que exija cualquier gasto de energía, como por ejemplo el simple hecho de moverse para limpiar, sentarse, pararse, caminar etc.
Por el otro lado, el ejercicio es una actividad física que está planeada, estructurada y es repetitiva y que además tiene el objetivo de mejorar el funcionamiento y la movilidad del cuerpo, aumentando su intensidad (Correr, pesas, entrenamiento funcional, HIIT, spinning).
Por último, el deporte es el conjunto de ejercicios físicos que se practican bajo ciertas reglas de manera competitiva.
El ejercicio de manera general nos previene de accidentes cerebrovasculares, enfermedades crónicas como diabetes o síndrome metabólico, además apoya en disminuir la inflamación.
Relación con la microbiota intestinal
El ejercicio, a través de la contracción muscular y el consumo de oxígeno, puede provocar cambios en la diversidad de la microbiota intestinal y además existe una comunicación bidireccional entre el músculo y el intestino.
El músculo es capaz de liberar moléculas antiinflamatorias, llamadas mioquinas, que son capaces de modificar la función del intestino. Al mismo tiempo el intestino produce ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que intervienen en la función muscular, creando así el término eje músculo-intestino o intestino-músculo.
“Cuanto mayor es el nivel de actividad física y de capacidad aeróbica, mejor es la diversidad y composición bacteriana.”
Estas son algunas de las relaciones y beneficios que se han encontrado:
- El ejercicio aeróbico aumenta la diversidad bacteriana intestinal
- Los patobiontes disminuyen
- Se producen AGCC que mejoran la inmunidad y la recuperación por actividad antiinflamatoria.
- Estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas
Se sabe poco sobre la variación de la microbiota y el metabolismo entre los diferentes deportes. Aunque actualmente diversos estudios muestran el efecto positivo del ejercicio sobre la microbiota intestinal, es necesario seguir estudiando todos los factores involucrados, lo que nos impide sacar conclusiones más sólidas.
Sabemos que un estilo de vida saludable está implicado por muchos factores, como la dieta, la actividad física, el ejercicio, horas de sueño, niveles de estrés y demás, pero también se ve influenciado por los cambios que tiene nuestra microbiota intestinal. La combinación del ejercicio y una alimentación saludable son claves para su mantenimiento y preservación, ya que como mencionamos, la microbiota tiene muchísimas funciones de gran importancia sobre todo el organismo humano.